Las falsificaciones de productos existen desde que existen las marcas. Se puede falsificar prácticamente todo: desde ropa hasta relojes o teléfonos móviles pero también (atención y mucho cuidado) productos de alimentación, cuidado corporal o herramientas eléctricas.

Los países asiáticos suelen ser el origen de la mayor parte de ellas, ya que los controles para la distribución de estos productos son menos estrictos que en los países occidentales, que por otra parte suele ser donde esas marcas tienen sus sedes centrales.

Las falsificaciones de productos en eCommerce sí se pueden detectar

El eCommerce, obviamente, no está al margen de la venta de falsificaciones de productos.

La proliferación de portales y apps de venta entre particulares (eBay, Wallapop y muchos otros) y la irrupción de AliExpress, el marketplace de Alibaba donde las fábricas, mayoritariamente chinas, venden directamente a particulares, ha abierto canales que pueden ser aprovechados por los fabricantes y distribuidores de productos falsificados, lo que obliga a las empresas que gestionan estos portales y apps a redoblar sus esfuerzos para impedir que los productos falsificados lleguen al mercado.

En muchos casos, las propias marcas originales colaboran con ellos ayudándoles a identificar si un producto es falso o no. El problema es que cuando manejas volúmenes muy grandes y cualquiera puede poner un anuncio para vender algo, es prácticamente imposible controlarlo.

Me consta que las empresas dedicadas a la compraventa entre particulares bloquean los perfiles de los vendedores si detectan una venta de productos falsificados, pero es inevitable que haya gente que se aproveche de sus sistemas para intentar «colar» alguno.

Las falsificaciones de productos son un enorme negocio sumergido que mueve miles de millones cada año en todo el mundo. Parte de ese dinero (como dije antes, mucha gente compra productos falsos a sabiendas) suponen enormes pérdidas para las marcas originales. Pero hay más. Las falsificaciones de productos no cumplen casi nunca con unos estándares de calidad mínimos, que además en las marcas perjudicadas suelen ser bastante altos.

Es decir, puedes comprarte unas zapatillas Nike que den el pego, pero que pueden acabar dañando seriamente tus pies. Por tanto, no está de más conocer algunas reglas para detectar falsificaciones de productos (si es que quieres, no olvidemos que mucha gente compra productos falsificados a sabiendas de que lo son).

5 reglas básicas para detectar las falsificaciones de productos en Internet

1. Identifica al vendedor

Es importante entrar en el perfil del vendedor e identificar quién es, dónde está y qué valoraciones tiene de los compradores. Los vendedores de productos falsos suelen tener muchos productos a la venta, no uno solo. En muchos casos «canta» bastante sólo mirando qué otros productos vende ese mismo vendedor.

Un vendedor particular no tiene tallas o colores para escoger y los productos rara vez son nuevos con etiquetas. Por tanto, si todos los productos que un vendedor tiene son nuevos y con etiquetas y tiene variedad de tallas o colores, pon mucha atención porque te la pueden estar dando con queso.

Los vendedores habituales de falsificaciones de productos no duran demasiado tiempo. Bien porque se les detecta y se cierra su cuenta, o bien como estrategia para no ser detectados, suelen tener múltiples cuentas que van abriendo y cerrando constantemente.

El historial de ventas del vendedor tiene un papel fundamental para saber si puedes confiar o no. Un vendedor de productos falsificados no suele ser especialista. En su perfil encuentras dos o tres modelos distintos, por ejemplo de zapatillas, pero no una gama amplia.

Y sobre todo, no encontrarás diversidad de marcas más allá de Nike y Adidas. Hay tiendas que usan eBay para dar salida a sus stocks, pero eso suele ser bastante evidente en la diversidad de productos y de marcas. Si sólo vende marcas premium y tiene muy poca variedad pero mucha cantidad de cada uno, se nos deberían encender todas las luces de alerta. 

Si has ido de rebajas habrás sufrido en tus carnes lo que es intentar embutirte como una morcilla en una talla más pequeña que la tuya porque ya no queda otra talla. Eso es lo normal en restos de stock. Lo raro es que llegue a un canal donde se están saldando productos una gran cantidad del mismo producto y con todas las tallas disponibles.

2. Identifica el producto

Las falsificaciones más populares tienen que ver con ropa de marca, zapatillas de deporte, bolsos y complementos y productos electrónicos. Es conveniente, si el producto se vende como nuevo, intentar buscarlo fuera del portal o aplicación, buscar fotos del producto original y comparar.

Casi siempre hay diferencias que saltan a simple vista. También puedes buscar el número de referencia del modelo y ver si coincide con el original.

3. Desconfía de las gangas

Un producto vale lo que vale, y encontrar unas zapatillas Nike último modelo, nuevas y por 40 euros es un signo seguro de que estamos ante una falsificación de productos originales.

Muchas veces los vendedores de falsificaciones de productos se hacen pasar por particulares para eludir los controles, con lo que no es difícil encontrar el mismo producto en venta por multitud de vendedores diferentes a precios similares.

Además, las fábricas asiáticas que producen estos productos falsos suelen hacer tiradas muy grandes, contando con que parte de ellos serán decomisados en aduanas.

Estos son signos claros de que nos quieren dar gato por liebre. Pero ojo, muchos vendedores de falsificaciones de productos venden a precios sólo un 20 o un 30% más baratos que el original, porque saben que así desconfías menos, y de paso multiplican sus beneficios.

4. Si tienes dudas, pregunta por ese modelo al fabricante

Casi todas las grandes marcas tienen presencia en redes sociales. Ante la duda, muéstrales la foto y pregúntales, ellos saben exactamente en qué fijarse para detectar las falsificaciones de productos.

5. Contacta con el vendedor y pregúntale y pídele pruebas de que lo que vende es original.

Aunque las falsificaciones de productos también incluyen las cajas y el etiquetado, casi nunca son totalmente fieles a los originales.

Pedir que te muestren fotos de las cajas, detalles de las etiquetas, de las cremalleras en caso de ropa o bolsos (ahí casi siempre los pillas) o que te muestren una copia de la factura de compra, son formas de vacunarte ante un posible fraude.

Si se trata de una falsificación, lo normal es que no se moleste en contestarte. Comprar falsificaciones depende de cada uno si sabe que lo son. Vender falsificaciones es un delito. Además, no ayuda en nada a generar confianza en los vendedores honestos que intentan realizar un negocio dentro de la legalidad, sino que contribuye a destruir esa confianza.

Los portales y apps deberían quizá tomarse más en serio el implementar más medidas de control que dificulten todavía más la venta de falsificaciones de productos. Y lo más importante: si detectas que te engañan con un producto falso debes denunciarlo, tanto a la web en la que se vende como a las fuerzas de seguridad.

El vendedor está obligado a devolverte tu dinero y el portal o app en el que se publicite debe retirar inmediatamente el producto de la venta, so pena de enfrentarse a sanciones importantes. Todo esto por no hablar de que los fabricantes y distribuidores de productos falsificados no son inocentes angelitos.

Normalmente pertenecen a redes de crimen organizado, en las que las falsificaciones de productos son una de sus patas. Si nos quejamos de que las grandes transnacionales pagan pocos impuestos, ellos no pagan ninguno.

Fuente: https://marketing4ecommerce.mx/como-reconocer-falsificaciones-de-productos-online/

Fuente https://www.linkedin.com/in/victoria-virviescas/

 

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